10

los fotógrafos que admiraba cuando era joven nunca tuvieron que preguntarse cuanta vaselina se necesita para hacer que un culo se vea brillante para la cámara.

(medio tarro de un kilo).

9

-hasta un mono puede sacarle una foto a una modelo. dijo.

tiene razón y lo sé.

esa noche no pude dormir.

8

me preocupa.
son varias las noches que sueño sin imágenes.

despierto con un compilado de sensaciones.
el ahogo es la primera del top five.

mi subjetividad volvió al blanco y negro.

falta de imaginación diagnostico mi analista.


7

tengo parte de culpa en todo esto.

a quién le importa el diseño nuevo?
el culo del mes?
qué tengo que estar haciendo yo registrando todo esto?

termino siendo parte de un engranaje funcional a la maquinaria de los círculos que funcionan por relación, conveniencia, tiempo en pantalla.

me siento la puta del mes.

ni quiero ponerme a pensar en el papel satinado, ni en los bosques, ni en las plantas, ni en las especies que quedan en el camino.

todo sea por figurar.

mamá quiero ser una estrella.

6

hablo a cámara y repito mecánicamente: un poco lo que intentamos hacer es jugar con las pautas que nos dio el cliente y buscarle un poco la vuelta para hacer algo novedoso.

puedo mentir también y decir la palabra: innovador.

ya no hay nada de innovador en todo lo que hago. voy repitiendo una y otra vez las mismas tomas. armo cuadros, poses, planteos estéticos idénticos o con mínimas variaciones entre cliente y cliente. cuando siento que ya llegue al final de mi repertorio, vuelvo al inicio.

nadie se da cuenta. da todo lo mismo.
los que se encargan de evaluar mi trabajo tienen el gusto atrofiado, la sensibilidad de un hámster.

ya ni me pregunto como es que llegaron tan lejos. donde antes había algún rasgo de humanidad, alguna mínima sensibilidad artística, un mínimo discurso o al menos un armado de oraciones complejas ahora todo tiene que definirse en dos o tres adjetivos. ni siquiera pueden discernir realmente entre algo bello de algo espantoso. todo producción es viable a ser MAGNIFICA si responde a las: necesidades del mercado.

5

cada día que pasa voy repitiendo una y otra vez el siguiente movimiento: cierro los ojos, fijo la visión rápidamente en otro lado, hago un pequeño movimiento de cabeza como negando. acto seguido vuelvo a focalizar mi mirada a cuarenticinco grados de la última imagen. como cuando despertás de un mal sueño y no tenes ganas de ponerte a pensar en la muerte a esa hora y asumís que mirando hacia otro lado la angustia va ser menor.

estoy en esta sesión pero no estoy. todo lo que pasa por delante de mi lente me parece horrible. cada modelo, cada cosa a retratar con la que me enfrento me producen un estado de repulsión que me obliga a correr la cara una fracción de segundo. un gesto, un peinado, una imagen que se superpone a otra imagen ya registrada, ya vista. lo siniestro se cuela en esa repetición de formas, situaciones, loops, sesiones que nunca se acaban donde parecería ser que todos los días son el mismo día.

y yo parado entre toda esta mierda tengo que encontrar algo bello.

desperdicio unas tomas porque así lo pide el cliente, así lo pide mi ojo, la independencia que adquirió mi ojo, me hacen extrañar algún tipo de realidad objetiva a la cual aferrarme.

hago sesiones completas disparando en ráfagas, todo sea por acabar con la producción lo más rápidamente posible. cuando descargo las imágenes dejan de ser reales, pasan a ser un registro de un tiempo que paso y que no va a volver. borro fotos de a doscientas, de a quinientas.

haga la selección que haga el cliente quedara satisfecho. el ojo del cliente es un ojo mediocre. a veces me siento culpable de ser parte del engranaje que afea el mundo, luego se me pasa. ya hace tiempo que deje de intentar ir contra la corriente, se que mis standars de belleza no son comercializables.

el mundo de a poco se va convirtiendo en una entidad horrible. el mundo se convirtió en un lugar desagradable ya que el mismo  no deja de ser una amalgama de clientes y usuarios que sin prisa ni pausa afean todo a su paso.

4

la espalda se queja, me enderezo y se queja más. emite uno, dos sonidos. perdí la noción del tiempo, perdido en la suma de layers, retocando, difuminando centímetros de piel, de piernas, de culos, de tetas. ser fotógrafo hoy también es esto.

de a poco voy perdiendo objetividad, de a poco voy perdiendo mi tan mentado ojo, mi tan mentada visión única. se va perdiendo en dosificadas capas de culos y tetas.

el ideal de belleza, de perfección global, del como debe lucir, se esta llevando mis mejores años.

cada tanto vuelvo al ferrocarril para hacer unas tomas del oxido, del hierro, de una flor que se cuela entre la mugre. pequeñas tomas, tontos consuelos de libertad.

de visión única.

3


a veces siento que nada me sostiene.

los días que se cae el hosting de mi página pienso que es el fin, que perdí todo registro, que todo fue en vano.

peleo horas con los servers, pero ni modo. cada día que pasa me quedan menos cosas tangibles para archivar. ni el soporte digital más seguro me da la tranquilidad que me daba tener mis originales en una caja.

los otros días hablaba con un fotoreportero de la vieja guardia, me decía que el problema de conservar los registros era algo de lo que debía preocuparse nuestra generación, que el ya estaba viejo, que le quedaban pocos años,  que lo inmaterial de lo digital a esta altura lo tenia sin cuidado, que ya nada tenia sentido.

soñé un mundo apocalíptico, una batalla desigual entre registros y backups.
no pude volver a dormirme.

hago productivo mi insomnio sumando layers de piel.

2

ya no vivo los días, los registro.a veces inclusive los recorto, los superpongo, los nivelo.

1

ya no tengo necesidad de sentir, el registro se lleva todo el tiempo que depositaba en eso.

desde afuera se ve la obra de un fotógrafo prolífico, desde adentro se ve una necesidad de escapar al vacío.

estas son la clase de cosas que nunca le llevo a mi analista.